Diatriba del Ocio

Es necesario observar. Ponerse en el asiento de atrás de vez en cuando. No estar a la delantera siempre, construyendo caminos, dictando. Dejarse llevar por las cosas sin ponerles resistencia. Fluir, relajarse, entregarse a la corriente y navegar hacia lo desconocido.

Hace tiempo hace falta un tiempo como ahora, de silencio. Tom está trabajando con las manos, modelando, como con arcilla. Y Soretito el gato se enreda por mis patas y las patas de la silla. Piernas, digo. Es terapéutico.

Tendría que estar incluido en el precio: tiempo para las plantas. Es parte del precio de la clase.

La vida tiene que pagar con estos momentos comunes, cotidianos, caricaturas de la historia: los veo así, sentaditos con los pies cruzados, con sus medias rayadas, tímidos, esperando su turno. Modositos. Las caricaturas de nosotros.

Y él sigue con sus plantas, y yo observando.

Las riega con un fertilizante en el agua. Osmocote en el jazmín. Mezcla todo en Homer's all-purpose bucket, 5 gallons, el balde.

Soretito cruza el patio. Se detiene a oler a Homer's. No le interesa. Sigue su camino hasta la mesa de trabajo y se acuesta en su sombra. Soretito, ahora, observa. Estar en esa realidad lo tranquiliza. Los sonidos que escucha son reconocibles. Ordinarios:
Los coches que pasan. Los pocos pájaros. Las cotorras a lo lejos.

Tom's water games, el agua que chorrea de las macetas de los estantes altos, haciendo cascada hacia las plantas de abajo. Está regando. Habla.

"Is there a reason for this guy being here?"

"No."

Una sécula del desierto bajo la sombra del gazebo. Incomprensible! Afuera! Al sol! Las otras plantas se quedaron. Tienen prioridad.

Las pequeñas felicidades de todos los días. Los pequeños momentos de felicidad.

Sueño al sol bajo la sombra del gazebo:

The fart show, the fart man.
It's been done. Old story.
Really?
A little Chinese man yelling things at the screen?
Yes.

(El show del pedo, el hombre pedo.
Ya se ha hecho. Historia vieja.
En serio?
Un hombrecito chino gritando cosas a la pantalla?
Si.)