Tuesday, April 27, 2010
Notas del Cuaderno de la Profesora
La muerte del mejor amigo de Matt
Llegó a la casa y yo podía ver la muerte en su cara, rebalsando. Le pregunté, ¿cómo estás? Aunque ya sabía la respuesta. "Muy mal," me dijo, "Estoy destruído. Destruído." El resto, lo pude leer en sus ojos. "Un día está, al siguiente, desapareció. Así. Se esfumó en el aire. Esa voz, esos gestos, esa manera de ser, no existen más. Se perdieron así en el éter. Sólo queda su cuerpo, su carcaza, en el que ya no lo reconozco."
Se sentó y en español le dije, "Lo siento mucho."
Tenía la muerte en la cara
Reflejada aún en sus ojos.
La ausencia. La sorpresa. El signo de pregunta.
Esa gran interrogación sin respuesta.
Así lo ví, cuando llegó esta mañana para la clase de piano.
Y yo le enseñé el "Happy Birthday".
Llegó a la casa y yo podía ver la muerte en su cara, rebalsando. Le pregunté, ¿cómo estás? Aunque ya sabía la respuesta. "Muy mal," me dijo, "Estoy destruído. Destruído." El resto, lo pude leer en sus ojos. "Un día está, al siguiente, desapareció. Así. Se esfumó en el aire. Esa voz, esos gestos, esa manera de ser, no existen más. Se perdieron así en el éter. Sólo queda su cuerpo, su carcaza, en el que ya no lo reconozco."
Se sentó y en español le dije, "Lo siento mucho."
Tenía la muerte en la cara
Reflejada aún en sus ojos.
La ausencia. La sorpresa. El signo de pregunta.
Esa gran interrogación sin respuesta.
Así lo ví, cuando llegó esta mañana para la clase de piano.
Y yo le enseñé el "Happy Birthday".
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